jueves, 11 de diciembre de 2014

LA ESTATUA DE METAL


Profecía No.1


Registro bíblico: Daniel 2:1-49

Comentario: La más extensa de las profecías que encontramos en la Biblia, es sin lugar a duda, la que fue dada en sueño a un varón no judío, Nabucodonosor Rey de Babilonia. Profecía que fue revelada por Daniel, y que abarca el período comprendido por los grandes Imperios de la humanidad, hasta el establecimiento del Reino Eternal de Dios sobre la tierra.

Historia: El pueblo judío, en el año 606 a.C. se vió invadido por los ejércitos (aldeos, quienes lo conquistaron llevándose consigo en sus diferentes incursiones a muchos cautivos a su capital Babilonia y entre los cuales fue llevado el joven Daniel.
Se iniciaba así con esta inversión, la cautividad que habría de sufrir el Pueblo de Dios en Babilonia durante setenta años (Jeremías 25:11-12; 2º Crónicas 36:17-21).

Nabucodonosor y Daniel

Daniel fue amigo y consejero de Nabucodonosor Rey de Babilonia, y el genio y el verdadero fundador del Imperio Babilónico. De los setenta años que duró este Imperio, Nabucodonosor reinó cuarenta y cinco.
Nabolpolasar, padre de Nabucodonosor y virrey de Babilonia, sacudió el yugo Asirio de sobre los caldeos en el año 625 a.C. estableciendo la Independencia de Babilonia, y reinó sobre la ciudad del 625 al 604 a.C.

En el año 609 a.C. Nabucodonosor fue puesto a la cabeza de los ejércitos de su padre. Invadió los países al oeste, arrebató de Egipto el control de Palestina en el año 606 a.C. (2º Reyes 24:7), y llevó a Babilonia algunos cautivos judíos, entre los cuales estaba Daniel (2º Crónicas 36:5-8; 2º Reyes 23:36-37; 24:1-6).
En este mismo año de 606 a.C. fue hecho Co-regente con su padre; en el año 604 a.C. ya reinaba solo, resultó ser uno de los monarcas más poderosos de todos los tiempos.
En el año 605 a.C. quebrantó el poderío egipcio, en la célebre batalla de Carquemis. (Jeremías 46:1-2, 13,25-26). 

En el año 597 a.C. sofocó una nueva sublevación en Palestina, y llevó más cautivos a Babilonia, al rey Joachin y a otros muchos, incluyendo al profeta Ezequiel. (2º Crónicas 36:11-20; 2º Reyes 25:8-21; Jeremías 52:12-27). Luego durante 13 años u ejército sitió a Tiro, 585-573 a.C.
En 582 a.C. invadió y saqueó a Moab, Amón, Edóm y Líbano; y en el 581 a.C. tomó otra vez cautivos de Judá. En 572 invadió y saqueó Egipto, haciéndolo de nueva cuenta en 568 a.C.

El Rey Nabucodonosor, Rey de Babilonia, murió en 561 a.C.
Daniel ejerció sobre Nabucodonosor una influencia poderosa. Nabucodonosor, tres veces reconoció al Dios de Daniel como el Dios verdadero (Daniel 2:47; 3:29; 4:34).
Los reyes bajo los cuales vivió Daniel en Babilonia fueron Nabolpolasar 625-604 a.C. (los últimos dos años), Nabucodonosor 606-561 a.C. Evil-Merodac 561-560 a.C.; Neriglisar 559-556 a.C. Labas-Marduk 556- a.C.; Nabonido 555-536 a.C. y su hijo Belsasar como Co-regente durante los últimos años de su reinado.

La vida de Daniel en Babilonia se extiende desde el primer año de Nabucodonosor, a través de los cinco reinados siguientes, y después de la caída de Babilonia, bajo el Imperio Medo-Persa, a través del reinado de Darío el Medo y hasta el tercer año de Ciro el Persa. Estuvo desde el 606 a.C. hasta el 534 a.C., o sea un total de 72 años en Babilonia, desde el primer año del cautiverio de los judíos hasta dos años después de su regreso del cautiverio, como testigo de Dios en el palacio del Imperio que regía al mundo.

Nota: Los anteriores datos fueron tomados de:
“Compendio Manual de la Biblia” por Henry H. Halley

Para una mayor comprensión de la conquista de Nabucodonosor sobre el pueblo judío, ver 2º Reyes 23:24; 2º Crónicas 36 y Jeremías 52.
Nota: Hay cronologistas que dan la fecha de 598 a.C. en lugar de 597 a.C. (primer párrafo), y 587 a.C. en vez de 586 a.C. (segundo párrafo).

El sueño que olvidó el Rey Nabucodonosor

Un día, estando ya acostado en su cama el Rey Nabucodonosor, tuvo el deseo de saber qué sería de la humanidad después de él (Daniel 2:29), y quedándose dormido, tuvo un sueño que lo perturbó en gran manera, y más se inquietó al no poder recordar lo que había soñado (Daniel 2:1). Entonces mandó llamar ante su presencia a todos los hombres sabios de su reino: magos, astrólogos, encantadores y todo sabio e inteligente de los Caldeos, tanto para que le recordasen el sueño, así como para que le hiciesen saber su significado, con la advertencia que de no hacerlo, serían condenados a muerte, entre ellos también serían muertos Daniel y sus tres amigos (Daniel 2:1-13).

Al ir a ser ejecutado la sentencia como era obvio, ya que era imposible para hombre alguno cumplir con el deseo del Rey, enterándose de ello Daniel, solicita un poco de tiempo para mostrar al Rey la declaración de tal negocio (Daniel 2:14-16); acude luego a su casa y hace saber a Ananías, Misael y Azarías sus compañeros la situación. Así, juntos demandan misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, y “el arcano” es revelado a Daniel; y Daniel bendice el nombre de Dios dando gracias por ello (Daniel 2:17-23).

Acto seguido, Daniel solicita comparecer ante el Rey Nabucodonosor para mostrarle la declaración solicitada, y le hace saber que ni sabios, ni astrólogos, ni magos, ni adivinos le podrían revelar este misterio, pero que existe un Dios en los cielos el cual revela los misterios, y este Dios es el que le había hecho saber, en el sueño que tanto le había perturbado y que se le había olvidado, lo que habría de acontecer en un futuro (Daniel 2:24-28).

Daniel le recuerda al Rey Nabucodonosor el sueño

“Tú oh rey, en tu cama subieron tus pensamientos por saber lo que había de ser en lo porvenir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser.
Y a mí ha sido revelado este misterio no por sabiduría que en mí haya más que en todos los vivientes, sino para que yo notifique al rey la declaración, y que entendieses los pensamientos de tu corazón.
Tú, oh rey, veías, y he aquí una grande imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era sublime, estaba en pié delante de ti, y su aspecto era terrible.
La cabeza de ésta imagen era de fino oro; sus pechos y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de metal, sus piernas de hierro, sus pies en parte de hierro y en parte de barro cocido. Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, la cual hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó.
Entonces fue también desmenuzado el hierro, el barro cocido, el metal, la plata y el oro, y se terminaron como tamo de las eras del verano: y levantólas el viento, y nunca más se les halló lugar. Mas la piedra que hirió a la imagen, fue hecha un gran monte, que hinchó toda la tierra. Este es el sueño; la declaración de él diremos también en presencia del Rey” (Daniel 2:29-36).

Daniel revela el significado del Sueño

“Tú oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, potencia, fortaleza y majestad. Y todo lo que habitan hijos de hombres, bestias del campo, y aves del cielo, él ha entregado en tu mano, y te ha hecho enseñorear sobre todo ello: tú eres aquella cabeza de oro.
Y después de ti se levantará otro reino menor que tú; y otro tercer reino de metal, el cual se enseñoreará de toda la tierra, y el reino cuarto será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y doma todas las cosas, y como el hierro que quebranta todas estas cosas, desmenuzará y quebrantará. Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero, y en parte de hierro, el reino será dividido; mas habrá en él algo de fortaleza de hierro, según que viste el hierro mezclado con el tiesto de barro.
Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro, y en parte de barro cocido, en parte será el reino fuerte, y en parte será frágil.
Cuanto á aquello que viste, el hierro mezclado con tiesto de barro, mezclaránse con simiente humana, mas no se pegarán el uno con el otro, como el hierro no se mixtura con el tiesto.
Y en los días de estos reyes, levantará Dios del cielo un reino que nunca jamás se corromperá; y no será dejado a otro pueblo este reino; el cual desmenuzará y consumirá todos estos reinos, y él permanecerá para siempre.
De la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con manos, la cual desmenuzó al hierro, al metal, al tiesto, a la plata, y al oro; al gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo porvenir: y el sueño es verdadero, y fiel su declaración”. (Daniel 3:37-45).

Reacción del Rey Nabucodonosor

“Entonces el rey Nabucodonosor cayó rostro en tierra, se postró ante Daniel, y ordenó que se le ofreciera oblación  y calmante aroma.
El rey tomó la palabra y dijo a Daniel: «Verdaderamente vuestro Dios es el Dios de los dioses y el señor de los  reyes, el revelador de los misterios, ya que tú has podido revelar este misterio.» (Daniel 2:46-47)

Interpretación de la declaración de Daniel

Daniel, al recordarle el sueño al Rey Nabucodonosor, le dice que había soñado una grande imagen, cuya gloria era muy sublime y de aspecto terrible que estaba en pié delante de él. Tenía la cabeza de oro fino, sus pechos y brazos de plata, su vientre y sus muslos de metal o sea bronce como otras versiones de la Biblia traduce, sus piernas de hierro y sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido.

Daniel mismo le declara: “Tú oh rey, eres rey de reyes…tú eres aquella cabeza de oro” (Daniel 2:37-38) lo que quería decir que la cabeza de oro de la imagen representaba el Reino o Imperio caldeo, más conocido como Babilónico, teniendo como Rey a Nabucodonosor.
El rey Nabucodonosor quien fue el que en verdad formó el Imperio caldeo al dominar en grandes conquistas a todos los reyes del oriente, dejaría un Imperio que dominó desde el 606 a.C. hasta el 536 a.C., cayendo su capital Babilonia en manos de los Medos y los Persas en el 536 a.C. (Daniel 5:30-31; 2º Crónicas 36:20).
Agrega Daniel: “Y después de ti se levantará otro reino menor que tú…” (Daniel 2:39); Reino que estaba simbolizado en los pechos y los brazos de plata. Después del Imperio de los caldeos, se levantó el dominio de los Medos y los Persas, quienes derribaron a los caldeos y dominando del 536 a.C. hasta el 331 a.C. cuando en la singular batalla de Arbela (ciudad antigua de Asiría, hoy llamada Irbil, Irak), los ejércitos de Alejandro el grande vencieron a los ejércitos de Darío III, Rey de los Persas, el Reino Medo-Persa fue menor en esplendor que el Reino de los Caldeos.

Continúa Daniel diciendo: “…y otro tercer reino de metal (bronce), el cual se enseñoreará de toda la tierra” (Daniel 2:39). Este Imperio o Reino, es el que fue simbolizado por el vientre y los muslos de metal (bronce) y que representó al Imperio Macedonio o Griego, levantado por el gran conquistador Alejandro Magno o Alejandro el Grande, Imperio que dominó del 331 a.C. hasta el año 168 a.C.
Después se dice: “Y el reino cuanto será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y doma todas las cosas y como el hierro que quebrantada todas estas cosas, desmenuzará y quebrantará” (Daniel 2:40). Es la misma Historia Universal, la que nos declara que después del Imperio Macedonio o Griego, se levantó el Imperio Romano, dominando al mundo del año 168 a.C. hasta el año 476 d.C., Reino que en su formación dio lugar a las más terribles y cruentas batallas (Las guerras Púricas), razón por la cual se dice de él: “…y como el hierro desmenuza y doma todas las cosas… desmenuzará y quebrantará”, definición de su proceder para levantarse como Imperio dominante.

NOTA: Aunque la Historia Universal registra la caída del Imperio Romano en el año 476 d.C., siguientes Profecías nos harán entender como Roma sigue dominando y dejando sentir su poder en forma mundial. Todo ello hasta el fin de la Visión de este “sueño”, así como del cuadro profético que analizaremos.






He aquí lo analizado:




Reino de Oro                                                                                                    Imperio Caldeo

Daniel 2:31-32                                                                                                                  “Babilónico”                                                                 
                                                                                                  Daniel 2:37-38
                                                                                                606 a.C. al 536 a.C.



Reino de Plata                                                                                                           

 Daniel 2:32                                                                                                                                       Imperio Medo-Persa
                                                                                                                                                               Daniel 2:39   
                                                                                                                                                         536 a.C. al 331 a.C.









Reino de Metal (Bronce)                                                                                       Imperio Macedonio Griego

Daniel 2:32                                                                                                                       Daniel 2:39
                                                                                            331 a.C. al 168 a.C.





Reino de Hierro                                                                                          Imperio Romano

Daniel 2:33                                                                                                  Daniel 2:40
                                                                                                                168 a.C. al 476 d.C.

      






El verso 41 continúa diciendo: “Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero, y en parte de hierro, el reino será dividido; mas habrá en él algo de fortaleza de hierro…”
Ya en su decadencia, el Imperio Romano se empezó a fragmentar en reinos. El reino fuerte como el hierro, se empezaba a misturar con barro cocido. En Europa se inició la manifestación de ésta división en el año 350 d.C., hasta quedar totalmente dividida en diez reinos en el año 485 d.C. Estos reinos fueron:
1.- El reino de los Francos o franceses.
2.- El reino de los Germanos o alemanes.
3.- El reino de los Burgundios o suizos
4.- El reino de los Suavos o portugueses
5.- El reino de los vándalos al norte de Francia
6.- El reino de los visigodos o españoles
7.- El reino de los anglosajones o los ingleses
8.- El reino de los Ostrogodos o Austriacos
9.- El reino de los lombardos en una parte de Italia y
10.- E reino de los Erulos en la otra parte de Italia.

Esta es la visión de la división subrayada por los diez dedos de la Imagen de metal, quienes en parte eran fuertes y en parte débiles (Daniel 2:42). Unidos eran fuertes, ahora divididos se habían debilitado.
El verso 43 enuncia los intentos que hicieron para unirse entre sí, concertando matrimonios entre la realeza de uno con la realeza del otro, para así unir sus fuerzas, mas no lo pudieron lograr: “Mezclarse con simiente humana, mas no se pegarán el uno con el otro”.

NOTA: Esta profecía de los cuatro reinos o Imperios mundiales, se pormenoriza en el capítulo 7 de este mismo libro de Daniel con la Visión de las cuatro Bestias; en el capítulo 9 con las Setenta semanas; y en el capítulo 11 con las luchas de los reyes del Norte con los reyes del sur.

Epílogo: y parte trascendental de esta profecía:

“Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano la cual hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó:
Entonces fue también desmenuzado el hierro, el barro cocido, el metal, la plata y el oro, y se tornaron como tamo de las eras del verano: y levantólas el viento, y nunca más se les halló lugar. Mas la piedra que hirió a la imagen, fue hecha un gran monte que hinchió toda la tierra”. (Daniel 2:34-35). Así terminaba el sueño de Nabucodonosor…



No perdamos de vista el propósito de ésta profecía: El Señor está dando a conocer los eventos en la Historia, desde el día y poder de Nabucodonosor, hasta el cumplimiento de lo que él se propone realizar.

Daniel concluye su declaración de la manera siguiente:
“Y en los días de estos reyes, levantará el Dios del cielo un reino que nunca jamás se corromperá; y no será dejado a otro pueblo este reino; el cual desmenuzará y consumirá todos estos reinos, y él permanecerá para siempre.
De la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con manos, la cual desmenuzó al hierro, al metal, al tiesto, a la plata, y al aro; el gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo porvenir: y el sueño es verdadero, y fiel su declaración”. (Daniel 2:44-45).

Esta profecía, ahora avalada y confirmada por la Historia Universal de la Humanidad, nos declara el surgimiento de los Imperios:
1.- Caldeo o Babilónico (606 a.C.)
2.- Medo-Persa (536 a.C. al 331 a.C.)
3.- Macedonio o Griego (331 a.C. al 168 a.C.)
4.- Romano (168 a.C. al 476 d.C.) y
5.- La División en diez reinos del Imperio Romano (350 d.C. al 485 d.C.)

Será en el fin de la actividad de estos reyes, cuando el Dios del cielo, habrá de levantar su reino incorruptible y eternal, acabando con ello todo el sistema y gobierno de los hombres.
Será Cristo, la piedra no cortada con mano (1ª Corintios 10:4), quien al descender del cielo en su segunda venida (Hechos 3:19-21), establezca el reino que iniciara a predicar en su primera venida (Marcos 1:14-15), reino incorruptible que como dijo Daniel: “no será dejado a otro pueblo” (Daniel 2:44), pues después de su establecimiento ningún reino se volverá a levantar; por el contrario, él desmenuzará y consumirá todos estos reinos y él permanecerá para siempre” (Daniel 2:44).
“Mas la piedra que hirió a la imagen, fue hecha un gran monte (reino) que hinchió toda la tierra” (Daniel 2:35)

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